DHA, o ácido docosahexaenoico, es un tipo de grasa omega-3 esencial para el desarrollo saludable del cerebro y los ojos, especialmente en bebés y niños pequeños.
La leche materna es naturalmente rica en grasas, lo que proporciona energía y nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo del bebé. Además, contiene una pequeña pero importante cantidad de DHA. Este ácido graso es crucial para el desarrollo adecuado del cerebro y los ojos del bebé, tanto durante el embarazo como durante el primer año de vida.
El DHA se encuentra comúnmente en pescados grasos, pero en el caso de la fórmula infantil, se puede obtener de microalgas marinas. Las microalgas son organismos microscópicos que son la fuente primaria de DHA en los océanos. Optar por la alga como fuente de DHA para la fórmula infantil garantiza una producción sostenible y ética, sin impacto negativo en el ecosistema marino.
En resumen, el DHA es esencial para el desarrollo saludable del cerebro y los ojos del bebé, y puede obtenerse de manera ética y sostenible a partir de microalgas marinas, asegurando así un producto de alta calidad y respetuoso con el medio ambiente.