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Los Primeros Bocados

¡Tu bebé ya tiene cuatro meses, lo que significa que comienza un nuevo capítulo emocionante: la introducción de los primeros bocados sólidos! Este es el momento en que tu pequeño descubre nuevos sabores y desarrolla aún más sus músculos orales. Pero, ¿cómo saber cuándo tu bebé está listo para este paso y cómo abordarlo de la mejor manera? No te preocupes, ¡te damos algunos consejos con gusto!

¿Cuándo empezar con los primeros bocados?

Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y esto también se aplica a la introducción de alimentos sólidos. Algunos bebés ya están listos para sus primeros bocados cuando tienen cuatro meses, mientras que otros no muestran interés por los alimentos sólidos hasta los seis meses. Lo más importante es no empezar demasiado pronto, pero tampoco demasiado tarde. Empezar demasiado pronto puede sobrecargar el sistema digestivo de tu bebé, mientras que empezar demasiado tarde puede hacer que sea más difícil que se acostumbre a los alimentos sólidos.

La lactancia materna o la fórmula siguen siendo la fuente principal de nutrición hasta los seis meses de edad. Los primeros bocados deben ser un complemento y están destinados a presentar nuevos sabores a tu bebé, no a reemplazar las tomas de leche.

¿Cómo saber si tu bebé está listo?

Hay varias señales que indican que tu bebé está listo para los primeros bocados:

 Sentarse erguido: Tu bebé puede sentarse por sí solo sin caerse. • Interés por la comida: Tu bebé agarra la comida e intenta llevarla a su boca.

Movimientos de masticar: Aunque tu bebé no tenga dientes aún, puedes ver que hace movimientos de masticar.

 Tragar bien: Tu bebé puede tragar bien sin reflejo de arcada y babea menos.

 Le están saliendo los dientes: Es posible que a tu bebé le estén saliendo sus primeros dientes.

¡Si reconoces algunas de estas señales, es hora de comenzar!

¿Cómo comenzar?

Es importante introducir los alimentos sólidos de forma tranquila. Por ejemplo, comienza con un puré ligero de arroz. Es fácil de digerir y puedes mezclarlo con leche materna o fórmula, de manera que el sabor sea familiar para tu bebé. Comienza con una pequeña cantidad y aumenta lentamente la consistencia hacia purés más espeso conforme tu bebé se acostumbra a la nueva textura.

Otra opción es hacer purés de frutas tú misma. Muchos padres prefieren la fruta fresca porque contiene más nutrientes que los tarros preparados. Si tienes poco tiempo, los tarros pueden ser útiles, especialmente cuando estés fuera de casa. Sin embargo, siempre es preferible la fruta fresca.

¿Qué puedes darle a tu bebé?

Puedes ayudar a que tu bebé se acostumbre a los alimentos sólidos ofreciéndole pequeños bocados. Por ejemplo, prueba con una cucharadita de puré de verduras o frutas, o un pequeño trozo de pan que suavices sumergiéndolo en leche materna o fórmula. También puedes ofrecer carne o pescado bien cocidos y triturados. Comienza con alimentos que tengan un sabor suave para que la transición de la leche a los sólidos sea más fácil.

Las frutas adecuadas para comenzar son plátano, durazno, pera y melón. Verduras suaves como coliflor, guisantes, judías verdes, brócoli, zanahorias y calabaza también son buenas opciones. Asegúrate de que la fruta o la verdura esté bien triturada para que tu bebé pueda comerla fácilmente. Una vez que tu bebé se acostumbre a estos sabores, puedes ofrecer más variedad, como:

 Verduras: Batata, remolacha, tomate, calabacín, coliflor, guisantes, judías verdes, brócoli, calabaza o zanahoria. Estos sabores suelen ser bien tolerados.

 Frutas: Manzana, pera, plátano, kiwi, mandarina, melón, aguacate y durazno son opciones populares.

Primeros bocados orgánicos

Las verduras y frutas orgánicas son una excelente opción para los primeros bocados porque se cultivan de manera natural y respetuosa con el medio ambiente, sin aditivos artificiales como pesticidas y conservantes. Esto asegura que tu bebé reciba alimentos puros y saludables, llenos de nutrientes y sabor. Además, los ingredientes orgánicos se cultivan con más cuidado, lo que les permite crecer y madurar de manera óptima, lo que contribuye a una mejor calidad y sabor. Las estrictas regulaciones tanto para los alimentos orgánicos como para los alimentos para bebés garantizan la seguridad y el valor nutricional, por lo que puedes elegir con confianza los primeros bocados orgánicos para tu bebé.

¿Qué no debes darle como bocado de práctica?

Algunos alimentos no son adecuados, como carne cruda, pescado crudo, huevo crudo, paté de hígado, queso y miel. Tampoco es necesario mezclar dulces, como galletas, con el puré. Esto podría hacer que tu bebé desarrolle una preferencia por los sabores dulces y le cueste acostumbrarse a los sabores puros. Además, el exceso de dulces puede disminuir el apetito por los alimentos saludables, lo que significa que tu bebé recibirá menos nutrientes importantes. También existe el riesgo de alergias alimentarias. ¿Quieres saber más sobre esto? Lee más sobre las alergias alimentarias.

La importancia de la repetición

Es normal que tu bebé no esté entusiasmado con un nuevo sabor al principio. Es normal que tu pequeño se tome un tiempo para acostumbrarse a nuevas texturas y sabores. En promedio, se necesitan de tres a cuatro intentos antes de que tu bebé acepte un nuevo alimento. ¡No te rindas si tu bebé no está emocionado la primera vez!

Método Rapley

Otra opción cada vez más popular es el método Rapley, en el cual dejas que tu bebé descubra y coma por sí mismo. Esto puede significar ofrecerle trozos de frutas o verduras para que pueda agarrarlos y probarlos. Este método fomenta la independencia y ayuda al desarrollo de habilidades motoras.

Progreso y variedad

A medida que tu bebé se acostumbra a los primeros bocados, puedes empezar a variar lentamente. Por ejemplo, agrega arándanos cocidos o experimenta con otras frutas o verduras. Después de los 6-8 meses, puedes combinar los purés de verduras con pasta/arroz/(batata) y carne/pescado o una alternativa vegetariana (sin sal ni azúcar). Para el almuerzo, puedes empezar con la introducción de una rebanada de pan integral en trozos o sumergida en leche.

El ritmo

Finalmente, recuerda que tu bebé aún necesita mucha leche además de los alimentos sólidos. Es importante construir el horario de alimentación con calma y escuchar las señales de tu bebé. Esto puede variar de un niño a otro, así que si tienes dudas sobre lo que tu bebé necesita, siempre consulta a un experto como tu pediatra o un dietista.

Con paciencia, amor y alegría, descubrirás junto a tu bebé el maravilloso mundo de los sabores y las texturas. ¡Disfruta de esta emocionante nueva fase!