Como padre, naturalmente quieres lo mejor para tu bebé. Los alimentadores automáticos de biberón pueden parecer una solución conveniente para preparar un biberón de forma rápida y sencilla. Sin embargo, recomendamos seguir siempre las instrucciones de preparación en el envase y no confiar ciegamente en estos dispositivos. ¿Por qué? Porque hay riesgos asociados con su uso que pueden afectar la salud de tu bebé.
Dosificación inexacta
Un alimentador automático de biberón puede preparar la fórmula con una composición incorrecta, ya que puede no medir siempre la cantidad correcta de polvo de fórmula. Esto puede deberse a diversas causas, como: • Configuración incorrecta, lo que lleva a usar demasiado o demasiado poco polvo.
• Limpieza insuficiente, lo que puede hacer que la dosificación se desvíe con el tiempo.
• Un recipiente de polvo no llenado correctamente, lo que afecta la distribución del polvo.
• Piezas mal instaladas, lo que hace que la máquina no funcione de manera óptima.
Si se agrega demasiado poco polvo, tu bebé no recibirá suficientes nutrientes, lo que puede ocasionar retrasos en el crecimiento y malnutrición. Por el contrario, si se usa demasiado polvo, puede causar cólicos y reflujo. Los bebés menores de seis meses son particularmente sensibles a esto.
Higiene y mantenimiento
Además, un alimentador automático de biberón requiere una limpieza regular y a fondo. Si el dispositivo no se limpia correctamente, pueden quedar restos de polvo de fórmula, lo que cambia la composición de la leche y permite que las bacterias se multipliquen. Esto puede causar problemas estomacales e intestinales en tu bebé.
Nuestro consejo: prepara siempre el biberón manualmente
Aunque un alimentador automático de biberón ofrece comodidad, los posibles riesgos para la salud son mayores. Por lo tanto, recomendamos a los padres preparar la fórmula manualmente siguiendo las instrucciones del envase. Esta es la mejor manera de asegurar la dosificación correcta y ofrecer una nutrición segura y saludable para tu bebé.
¿Cómo preparar un biberón?
- Lávate las manos y asegúrate de que el biberón y el pezón estén limpios.
- Vierte el agua hervida en el biberón después de que se haya enfriado a una temperatura tibia (aproximadamente 40°C).
- Agrega el número correcto de cucharadas niveladas de polvo de fórmula al agua en el biberón.
- Coloca la tapa con el pezón en el biberón y agítalo o muévelo hasta que el polvo se disuelva. Siempre revisa la temperatura de la fórmula en el interior de tu muñeca.
¿Quieres asegurarte de que estás preparando la fórmula correctamente? Contacta con nuestro servicio de atención al cliente o pide consejo a tu pediatra o al centro de salud. ¡Tu bebé merece el mejor comienzo posible!